Sociedad

11/09/2023 | 08:51   |   Redacción 

Rubiales dimite y se desliga de la RFEF

«Hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta», declaró en un comunicado el ya expresidente de la federación.

Finaliza la era Luis Rubiales al frente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El presidente del ente, suspendido por la FIFA después del escándalo por su comportamiento en el palco de la final del Mundial femenino y el posterior beso no consentido Jennifer Hermoso, ha dado un paso a un lado.

17 días después de la esperpéntica asamblea extraordinaria del ente federativo en la que espetó que no dimitiría, anunció en una entrevista con el periodista británico Pierce Morgan que no seguirá en el cargo: «Voy a dimitir porque no puedo continuar con mi trabajo». Se cierra así un escándalo mundial.

«Gente que me quiere me dijo ‘Luis, tienes que enfocarte en tu dignidad de aquí en adelante, o podrás hacerle daño a gente que quieres’. He tenido que soportar mucho en estas últimas semanas, pero no me repercute solo a mí. Mis actitudes pueden repercutir en otros», añadió.

Minutos más tarde de difundir la entrevista, Rubiales se manifestó también en redes sociales, haciendo pública una carta en la que deja claro que ya ha transmitido su renuncia a Pedro Rocha, presidente en funciones de la RFEF, y que lo hace, eso sí, acorralado. «Tras la veloz suspensión realizada por la FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo. 

Insistir en quedarme a la espera y aferrarme a ello no va a contribuir a nada positivo, ni a la federación ni al fútbol español. Entre otras cosas, porque hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta», escribió Rubiales en un comunicado.

Se marcha vendiendo la imagen de héroe. De salvador del Mundial que España espera organizar dentro de siete años. «No quiero que el fútbol español pueda resultar perjudicado por toda esta campaña tan desproporcionada y, sobre todo, tomo esta decisión tras haberme asegurado de que mi marcha contribuirá a la estabilidad que va a permitir que tanto Europa como África sigan unidas en el sueño del 2030, que permitirá traer a nuestro país el mayor evento del mundo», añade.

Rubiales incide en que, después de lo ocurrido, debe pensar en el futuro y preparar su defensa: «Debo mirar adelante. Ahora hay algo que me ocupa con firmeza. Tengo fe en la verdad y voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para que prevalezca. Mis hijas, mi familia y la gente que me quiere han sufrido los efectos de una persecución desmedida, así como muchas falsedades, pero también es cierto que en la calle, cada día más, la verdad se está imponiendo».

Pese a una evidente soledad, sin apoyos, se dirigió a sus excompañeros: «Desde aquí, transmito a todos los trabajadores, asambleístas, federativos y gente del fútbol en general, un fuerte abrazo, deseándoles mucha suerte. Gracias a todos los que me han apoyado en estos momentos».

Rubiales pone fin a cinco años al frente de la federación marcados por constantes polémicas. Su actitud y su beso no consentido a Jenni Hermoso le dejaron tocado. Y un discurso de su particular forma de entender el feminismo en la asamblea extraordinaria el 25 de agosto le hundió definitivamente.