• Cultura Fabiola Gil y su debut literario: Las amantes de Mambrú, una historia de amor, memoria y raíces canarias

      

    16/07/2025 | 06:30   |   Redacción 

    Fabiola Gil y su debut literario: Las amantes de Mambrú, una historia de amor, memoria y raíces canarias

    La empresaria y escritora grancanaria transforma décadas de tradición oral en una novela costumbrista que conecta a dos islas y a varias generaciones.


    Por Redacción | Radio Las Palmas

    La escritora Fabiola Gil Díaz ha irrumpido con fuerza en el panorama literario canario con su primera novela, Las amantes de Mambrú, una obra que entrelaza emociones, memoria familiar, historia insular y tradiciones que se desdibujan en el tiempo. Invitada al programa La Otra Mañana, dirigido en esta ocasión por Dulce María Facundo en Radio Las Palmas, Gil compartió con entusiasmo los entresijos de un proceso de creación tan desafiante como gratificante.

    Autopublicada bajo el sello de Vereda Canaria y ambientada entre Gran Canaria y Tenerife, la novela es ya uno de los títulos que ha llamado la atención este verano en las islas. El libro está disponible en librerías como Canaima, Agapea, El Libro Técnico o la Librería del Cabildo, y puede pedirse en cualquier librería de confianza.

    Fabiola Gil, junto a la imagen de Mara González, muestra su novela Las amantes de Mambrú tras la entrevista en Radio Las Palmas.


    Entre Agaete y Tacoronte: un puente entre islas

    La historia se desarrolla entre el Valle de Agaete, origen del protagonista masculino, y distintos municipios de ambas islas: Gáldar, Guía, Tamaraceite, Tacoronte, Tegueste, Valle Guerra o La Laguna. Este recorrido geográfico no es solo un decorado, sino una herramienta narrativa con la que la autora construye un mapa emocional que une generaciones y paisajes.

    La elección de lugares responde también a una motivación personal: “Gáldar es mi ciudad natal, y para mí ha sido un honor presentar allí el libro”, explicó la autora. Las primeras presentaciones públicas, precisamente en Agaete y Gáldar, han sido un éxito y marcaron el arranque de una ruta literaria que continuará el 11 de agosto en el Centro Cultural de Agaete, además de una firma prevista el 17 de julio en Guía.

    Del archivo perdido al impulso de un hijo

    Uno de los episodios más impactantes del proceso creativo fue la pérdida completa del manuscrito original por un fallo informático. Fabiola lo perdió todo cuando llevaba más de la mitad de la novela escrita. Lejos de venirse abajo, encontró el empuje necesario en su hijo Gabriel, quien no solo la apoyó emocionalmente, sino que también aportó ideas concretas a la obra.

    “Gabriel fue clave. Me animó a no rendirme, me ayudó a reconstruir el texto y hasta colaboró con alguna frase”, relató la autora con evidente emoción. La complicidad entre madre e hijo fue uno de los motores invisibles del libro, que fue reescrito con la misma pasión que en su primera versión, pero con aún más determinación.

    Una novela de raíces, tradiciones y lenguaje canario

    Las amantes de Mambrú está inspirada en hechos reales y estructurada como una novela costumbrista. La autora rescata tradiciones locales que, en sus palabras, “ya no se practican o se hacen de manera más mecánica”. No desvela cuáles para preservar la sorpresa del lector, pero sí aclara que la novela es una celebración de lo que fuimos como sociedad canaria.

    Otro de los aspectos más destacados es el uso del léxico isleño, con términos como “pirganudo” o “singuango”, que añaden autenticidad al relato y despiertan la curiosidad de las generaciones más jóvenes. “Seguramente muchos lectores tendrán que preguntar a sus abuelos qué significan algunas palabras. Y eso me encanta”, comentó entre risas durante la entrevista.

    Fabiola Gil dedica un ejemplar de su novela a un lector durante una de sus presentaciones.


    Testimonios reales y memoria viva

    La historia que da origen a la novela parte de conversaciones reales, especialmente con una de sus protagonistas, Caridad, una mujer del Valle de Guerra de 96 años. “Ella me dio permiso para usar su nombre y me ha acompañado durante todo este proceso. Ya tiene el libro en sus manos y lo va leyendo poco a poco”, señaló la autora.

    Además, Fabiola se nutrió de numerosos testimonios anónimos de personas mayores de ambas islas. Gracias a ellos pudo reconstruir con verosimilitud episodios que se remontan incluso a 1916, una época difícil de documentar. “Ha sido un proceso de aprendizaje maravilloso, lleno de historias que no siempre entraron en el libro, pero que me enriquecieron como persona y como escritora”.

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