Radio Las Palmas rinde homenaje a Aarón Hernández y Zebenzuí Ramos, dos jóvenes deportistas canarios que partieron demasiado pronto.
Por la Redacción | Radio Las Palmas
El lunes 30 de junio de 2025, el programa Radio Las Palmas Fútbol Club, presentado por Carlos Santana, no fue uno más. En medio del análisis de fichajes, partidos de pretemporada y críticas a la directiva amarilla, un momento de silencio se impuso sobre el aire. Un homenaje. Una despedida. Una herida reciente que, sin pedir permiso, se había incrustado en el corazón del deporte canario.
Dos tragedias distintas, un mismo dolor
Aarón falleció de forma súbita. El deporte lo conocía por su talento y compromiso en la vela latina, disciplina con fuerte arraigo en el archipiélago. Zeben, en cambio, perdió la vida a causa de las graves lesiones sufridas en un atropello ocurrido en el municipio grancanario de Arucas. La fatalidad quiso que, en una misma semana, dos referentes jóvenes abandonaran la vida dejando un vacío en sus respectivos entornos.
Ambas muertes despertaron una ola de solidaridad y tristeza. Instituciones como la Federación Canaria de Vela Latina y la propia UD Las Palmas se volcaron en sendos homenajes, reconociendo no solo sus méritos deportivos, sino también su calidad humana. “Animaban, empujaban, tenían una mirada limpia”, resumió Diego de Vicente durante el programa.
Un tributo desde la palabra y el alma
En un acto inusual y profundamente conmovedor, Radio Las Palmas detuvo el ritmo del programa habitual para presentar una pieza literaria titulada “No hay resplandor en la hierba”. Escrita y locutada por Diego de Vicente, el texto recorrió con lirismo y crudeza el impacto que provocó la pérdida de estos jóvenes, fundiendo referencias culturales con el imaginario isleño.
“Gran Canaria está triste. Ya no se asoma al balcón. Está teñida de llanto”, decía el homenaje, evocando a la isla como símbolo colectivo del duelo. La narración se transformó en un acto de resistencia frente al olvido, elevando la radio a un plano casi ceremonial. Fue, como se definió en antena, una “caricia inesperada” que conectó con oyentes en todas las islas.
Memoria eterna en tierra y mar
El homenaje concluyó con la afirmación de que Aarón y Zeben no serán olvidados. Sus nombres, asociados al esfuerzo, la bondad y la pasión por el deporte, quedarán inscritos en la memoria popular de Gran Canaria. En la cancha o en la regata, seguirán presentes como ejemplos de compromiso y humanidad.
“No habrá vejez para ellos”, dijo De Vicente. “El tiempo no podrá cincelar sobre sus rostros lo que la muerte, de forma injusta, decidió anticipar”. Así, entre versos, silencios y micrófonos, la radio cumplió con su papel más noble: dar voz a la pérdida, consuelo a la afición y homenaje a los que ya no están.
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