El Drag Queen del Carnaval 2025 anima a afrontar la adversidad y confiesa que "para mí, el espectáculo es mi ilusión de vida" y agradece el apoyo de sus padres: "mi madre me decía que algún día yo estaría aquí".
Apasionado por el Carnaval, agradecido por el apoyo de sus padres, correcto, serio y muy profesional: así es el nuevo Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Ármek, el campeón del Carnaval olímpico. O lo que es lo mismo, Pedro Llomar Miranda González.
El protagonista de la última edición de una gala con alcance global es bailarín profesional y una de las estrellas de la grancanaria Sala Scala, desde su inauguración hace unos meses. Y es que las tablas de Ármek llevan años dejándose sentir en la competición drag de la capital grancanaria. En 2025 alzó el cetro al que llevaba unos años acercándose. Brilló con «La belleza de lo oculto», un show dinámico, enérgico, divertido y bien ejecutado que, también, fue un ejercicio de autoafirmación, como alguien que ha superado una depresión, porque "al final, te tienes que quitar la máscara, ser tú, afrontar las cosas y tirar hacia adelante".
Drag Ármek ganó el título en Santa Catalina, con un diseño de Nancy Henríquez González, y el patrocinio de Salón Belleza Jared Pascual, en la sexta ocasión que se presentaba al concurso. Después de una primera edición en la que apenas tenía 22 años y que afrontó "para aprender", confirmó, siempre logró colocarse como finalista. Pero claro, también llegó a pensar que nunca lograría la banda del ganador. Este año, las cosas parecían distintas desde un principio.
"¿Que si imaginaba que podía ganar? Bueno, a decir verdad, por la reacción del púbico en la Pre, y por los comentarios que escuchaba y por lo que me decían, sabía que tenía posibilidades", admitió. "Pero al final esto es un concurso, el público y el jurado son diferentes, no quería creérmelo hasta que sucediese, porque podía pasar cualquier cosa", de ahí que saliera a escena quizás con más responsabilidad que nunca, pero determinado a "no estar tan tenso como otros años: me centré en disfrutarlo", explicó.
Al final, lo hizo a la perfección, encarnando al personaje de La máscara: una elección que, explica, "creo que representa mucho a Ármek, casa bastante con mi esencia y con lo que puedo demostrar: el mensaje del espectáculo es, en realidad, que no necesitas ningún tipo de máscara, que te puedes mirar al espejo, aceptarte tal y como eres, que así eres perfecto". De ahí, "los espejitos rotos en la ropa y todo esto" durante su actuación.
De hecho, lo que hay detrás de ese Ármek encarnando a La máscara, tiene mucho más fondo. Llomar, como prefiere que lo llamen, contó que, hace diez años afrontó una depresión de la que comentó “no sé muy bien a qué fue debida, pero de repente me vi con un cuadro de ansiedad grande, estaba mal y tuve que dejar el escenario, el espectáculo. Tuve que dejar todo". Mirando hacia atrás, recuerda que "mi gran pesar era no poder pisar el escenario, pero al final yo vivo para esto, es mi ilusión de vida".
Así que «La belleza de lo oculto», subraya Llomar, está "un poco basada en eso: “en sentirte bien contigo mismo, que yo creo que es lo más importante". Porque, a su juicio, "tiene que ver un poco con la salud mental, que a día de hoy es un tema del que ya se habla un poquito más, gracias a Dios". Él no olvida que "fue una época bastante difícil", por eso su número están reflejadas las inseguridades que sentía y la fuerza para creer en la propia valía.
El apoyo de la familia
Ármek, desde luego, ha sabido construir una sólida trayectoria como Drag Queen en el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, culminada con un triunfo que, nada más conocer, celebró fundiéndose en un abrazo con sus padres, en Santa Catalina. "Es que siempre me han apoyado muchísimo", explica. "Llevo bailando toda la vida, desde que era bastante pequeño, y mis padres siempre me dijeron eso de "mi niño para adelante", para todo".
Llomar insiste en que sus progenitores "siempre han estado ahí, desde el momento cero en el que quise presentarme a la Gala Drag. De hecho, mi madre es muy seguidora. Yo era muy pequeño, tenía un año cuando la primera gala, y ya mi madre la veía. Recuerdo siempre verla con mis padres, en la tele y mi madre me decía "algún día tú estarás ahí". Y no se equivocó".
La experiencia en la gala
En cuanto a su experiencia en la última gala, la que le ha coronado. Ármek explica que "fue increíble, me lo pasé como un niño pequeño. La actuación la viví, la disfruté muchísimo, y estoy muy, muy, muy agradecido con la acogida del público, la acogida del jurado. Todavía sigo como en una nube y asimilándolo. Esto como que no me lo creo mucho".
Cuando escuchó su nombre como ganador, lo primero que pensó fue un "¡por fin!". Esto es, "por fin tanto esfuerzo de tanto tiempo ha merecido la pena". Luego "me pasé como una hora temblando". Detrás quedan incontables horas de trabajo, desde abril de 2024. "Empecé con mi diseñadora a tope", relata el drag olímpico, "en junio me fui a Estambul, a Turquía, a comprar los materiales. Y empezó todo físicamente. Hasta el día antes de la Pre no se terminó el trabajo".
La evolución Drag
El ganador de 2025 asegura que la gala "cada año es más difícil: cada año hay más nivel, cada año hay que superarse, cada año hay que romperse mucho más la cabeza". Admite que ha llegado al punto en el que se decía "yo no sé qué hacer, porque ya lo he intentado todo". Pero, al final, "estudiándolo con el equipo, que me han apoyado muchísimo, ha salido. Entre diseñadora, bailarines, todo los de atrezo, familia, amigos… Somos muchos y gracias a ellos pude lograrlo. Es inviable que uno solo pueda conseguir algo así", afirmó.
Para Llomar, "el nivel de la gala cada año va creciendo y cada año es más difícil". En realidad, "yo estaba como que ya tenía que darlo todo y era mi última carta, como quien dice". Una sorprendente declaración, considerando su progresión en el concurso.
En cuanto a la evolución del fenómeno drag en el Carnaval, Ármek, que lo ha vivido durante las últimas seis ediciones, asegura que "ha cambiado muchísimo, sobre todo a nivel económico. Ahora es más inversión porque hay más nivel, hay más detalle. También está la calidad de los shows, de los compañeros, que cada año se superan más, y es complicado ganar. Pero creo que con mucho curro se puede conseguir".
Embajador del Carnaval
En adelante, como vencedor en 2025, Drag Ármek asume el papel de ser uno de los representantes del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, algo que afronta "encantadísimo, la verdad. Llevaba soñando con esto muchísimo tiempo, y por fin llegó. Para mí es un honor, un honor enorme".
Entre medias, seguirá formando parte del elenco de la Sala Scala de San Agustín y dejando muestras de su talento y compromiso con el universo Drag y de su devoción por el mundo del espectáculo.
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