Una veintena de efectivos se despliegan en el Muelle para efectuar el rescate en el mar de dos víctimas, en un simulacro que pretende preparar a los cuerpos y servicios de emergencias.
El Muelle de Arinaga se convirtió este jueves en el escenario de un nuevo ejercicio de rescate marítimo, con el que se pretende entrenar y mejorar la coordinación entre los diferentes cuerpos de seguridad involucrados. El simulacro, que duró alrededor de unos 20 minutos, puso a prueba la organización y pericia una veintena de efectivos de la Policía Local, Protección Civil, Bomberos del Consorcio de Emergencias y el Servicio de Socorrismo y Salvamento de Provital, empresa adjudicataria del Servicio Preventivo de Playas.
El ejercicio comenzó sobre las 12:10, con el avistamiento de dos posibles víctimas en el mar por parte del socorrista apostado frente a la Caseta del Muelle. Rápidamente se lanza al agua y comienza a nadar aproximándose a los afectados, con la cabeza siempre fuera para no perderlos de vista. Antes de proceder a esta maniobra el socorrista ha dado aviso al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) para que organice la puesta en marcha de los servicios de rescate necesarios. Dada la lejanía de los damnificados, el centro coordinador decide enviar una zódiac de salvamento para que llegue lo antes posible a atenderlos. Además, se activa una unidad de bomberos como apoyo logístico, así como una ambulancia para prestar primeros auxilios.
La embarcación recoge a las víctimas y al socorrista, que valora la situación, informando de que una de ellas se encuentra inconsciente y en parada cardiorrespiratoria, mientras que la otra está consciente pero con policontusiones. El socorrista realiza maniobras de estabilización y, una vez cerca de tierra, saca a ambas del agua con ayuda de otros compañeros y bomberos que se han desplazado a la zona. Ambos afectados son atendidos cerca de la Caseta del Muelle por personal sanitario, consiguiendo reanimar a la primera tras realizar un masaje torácico e inmovilizar a la segunda para su traslado a un centro hospitalario.
Este ejercicio, que se realiza al menos una vez al año, pretende ser lo más realista posible para poder entrenar la coordinación entre los cuerpos de seguridad y equipos de salvamento implicados, así como detectar y subsanar posibles errores. A diferencia de otros años, en esta ocasión no pudo estar presente el helicóptero de rescate, pues la situación de alerta por fuerte viento desaconsejó su presencia.
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