• Sociedad Cuando el deporte sangra por las gradas

      

    26/07/2025 | 09:50   |   Redacción 

    Cuando el deporte sangra por las gradas

    La tertulia de La Otra Mañana reúne voces del deporte base para abordar la violencia y el racismo que sufren árbitras, jugadores y entrenadores en los campos de formación.


    Por Redacción | RADIO LAS PALMAS

    El deporte, símbolo universal de integración y juego limpio, también convive con su reverso más amargo: la violencia, el racismo y el desprecio desde las gradas. Eso quedó claro en la tertulia especial del programa La Otra Mañana, dirigida por Asunción Benítez en Radio Las Palmas, donde árbitras, periodistas y entrenadores abordaron un fenómeno que crece silencioso cada fin de semana en los campos de fútbol base.

    La tertulia de La Otra Mañana se emitió en streaming y está disponible en nuestro canal de YouTube. De izquierda a derecha: Carlos Santana, Jixiang Li Ramos, Asunción Benítez, María León y José Luis Sigüenza.


    El debate, titulado “Violencia en el deporte”, reunió a voces diversas con experiencia sobre el terreno. Participaron Jixiang Li Ramos, joven árbitra de fútbol y estudiante de Derecho; María León, exjugadora y entrenadora, árbitra de golf y docente en Secundaria; Carlos Santana, jefe de Deportes de Radio Las Palmas y entrenador de fútbol; y José Luis Sigüenza, periodista, autor del artículo “Ojalá todos fuéramos Vinicius”, publicado en radiolaspalmas.com.

    Insultos que no son una broma: testimonios que duelen

    Todos coincidieron en una idea central: la violencia verbal, los insultos, la discriminación y el racismo son parte cotidiana de la experiencia deportiva en categorías formativas, y los campos de fútbol son hoy espacios donde la presión y el desprecio se normalizan.

    “Me gritaban ‘arroz tres delicias’ o ‘hija de Jackie Chan’. Se creen graciosos, pero es racismo puro”, Jixiang Li Ramos, árbitra.

    Jixiang relató con serenidad y valentía cómo, pese a su juventud, ha tenido que activar protocolos para detener partidos tras recibir insultos racistas desde la grada. “Una vez bajó el agresor al campo para decirme con descaro: ‘yo solo dije que eras hija de Jackie Chan’, como si fuera una broma”, recordó. “Pero no hace gracia. Lo escuchan los niños. Lo repiten los jugadores. Se va normalizando”.

    Su testimonio fue también un recordatorio de que, en medio de esa hostilidad, a veces los propios jugadores dan una lección: “En más de una ocasión, los futbolistas se han girado a decirle a su propia afición: ‘cállense ya’. Es de agradecer”.

    María León aportó una perspectiva pedagógica. Como profesora de Educación Física y entrenadora de base, aseguró que el ejemplo empieza desde la banda.

    “Si yo no protesto, mis jugadores no protestan. Pero si lo hago, ellos también lo harán. Somos su espejo”.

    Criticó con dureza la actitud de algunos padres y madres que convierten los encuentros en auténticos campos de batalla verbal: “Hay niños que terminan pidiéndoles a sus padres que no vayan a verlos. Les da vergüenza. Sienten presión en lugar de apoyo. Eso no es deporte, es ego proyectado”.

    Cuando los adultos fallan

    Carlos Santana, por su parte, habló del fenómeno que definió como “racismo interesado”.

    “Si el niño extranjero es bueno y mete goles, se le protege. Si juega en el rival, se le insulta”.

    Para él, muchas de las conductas violentas no responden solo al odio, sino también a una distorsión de la idea de competencia: “En categorías como benjamines o alevines, ¿de qué competición hablamos? Deberíamos hablar de aprendizaje, de valores, de formación”.

    Desde Madrid, José Luis Sigüenza defendió que los insultos racistas, como los sufridos por el jugador Vinicius Jr., no deben ser minimizados ni justificados. “Que un jugador proteste o celebre con pasión no justifica que lo llamen ‘mono’ o ‘negro de mierda’. Esa línea no se puede cruzar, ni en la élite ni en un campo de tierra”.

    “Antes el partido se acababa cuando pitaba el árbitro. Ahora te graban y te persiguen durante días en redes”, añadió.

    El periodista subrayó cómo la tecnología y las redes sociales han amplificado las consecuencias de los conflictos, extendiendo la violencia más allá del césped. También criticó el silencio o la tibieza con que algunas instituciones deportivas y medios tratan estos asuntos.

    ¿Qué se está haciendo y qué falta por hacer?

    La tertulia sirvió para recordar que España cuenta desde 2007 con un marco legal claro: la Ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, que busca erradicar este tipo de conductas. Sin embargo, todos los participantes coincidieron en que la aplicación real de estas normas aún es deficiente.

    “En otros países, como en la Premier League, hay aficionados vetados de por vida que deben presentarse en comisaría los días de partido”, señaló María León. “Aquí seguimos justificando lo injustificable”.

    Para Jixiang, una medida clave sería reforzar la autoridad arbitral y garantizar el respeto desde la base, tanto con sanciones claras como con formación. “Si un árbitro menor de edad no se siente seguro, acabará dejando el arbitraje. Y sin árbitros, no hay fútbol”.

    “El árbitro es como un juez. Nadie va a un juzgado a insultar al juez”, recordó León.

    El mensaje final fue nítido: sin educación en valores no hay deporte que se sostenga. No basta con repetir que el deporte es una escuela de vida; hay que defenderlo con hechos, con formación y con firmeza frente a quienes lo ensucian.

    La presentadora y moderadora, Asunción Benítez, cerró con una pregunta que quedó flotando en el estudio:

    “Todo el mundo habla de valores en el deporte. Pero… ¿qué valores estamos enseñando en realidad?”.

     

    Escucha la tertulia completa

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