• Sucesos Dos acusados de violar a una menor en Gran Canaria afirman que las relaciones fueron consentidas

    09/07/2024 | 08:33   |   Redacción 

    Dos acusados de violar a una menor en Gran Canaria afirman que las relaciones fueron consentidas

    La víctima, en su testifical en la sala Gesell, relató que no existió una conversación previa, sino que todo fue “de un momento a otro”.

    Los dos acusados de violar a una menor de 15 años en un centro comercial de la localidad turística de Playa del Inglés, en Gran Canaria, en julio de 2022 han afirmado este lunes en el juicio en su contra que las relaciones sexuales fueron consentidas y que desconocían su edad real, ya que aparentaba ser mayor.

    La sección segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha albergado esta vista, en la que se reprodujo la prueba preconstituida con el relato que la víctima hizo en la sala Gesell de los juzgados para evitar su revictimización y tener que comparecer en sala ante los acusados, que en todo momento han negado que violaran a la adolescente, no así que mantuvieran relaciones sexuales con ella, pero sin saber que era tan joven.

    Según los hechos que plantea la acusación, estos dos hombres supuestamente conocieron a una chica en un pub del centro comercial Kashba y, tras interactuar con ella y su grupo de amistades, se fueron a comer a un establecimiento de restauración de ese mismo lugar una vez cerró el bar-discoteca y, aprovechando un momento en el que se quedaron a solas, la llevaron a una zona un poco más apartada y la agredieron sexualmente.

    Según los informes biológicos que se realizaron con muestras bucales, vaginales, anales y de la ropa de la víctima, efectivamente se hallaron restos de semen que correspondían con las muestras indubitadas de los dos acusados, en el caso anal, y de uno de ellos en el vaginal.

    En su declaración ante el tribunal, presidido por la magistrada Pilar Parejo, los acusados han asegurado que la adolescente se acercó a ellos en el pub y que empezó a “enrollarse” con uno de ellos, llegando incluso a “toquetearse y meterse mano”.

    Actitudes “inadecuadas”

    Circunstancias que una camarera que trabajaba en el lugar aquella madrugada ha matizado ante el tribunal, diciendo que, si bien es cierto que ella “se dejaba tocar y no decía nada”, no la vio tocando ella al chico; de hecho, ha agregado, decidieron encender las luces del local “porque vimos cosas inadecuadas”.

    Una vez fuera del pub, los acusados, la víctima y su grupo de amigos se fueron a comer algo en un establecimiento próximo, y que decidieron ir a una “zona más tranquila”, en este caso junto a unas escaleras mecánicas fuera de servicio, para “fumarse un porro” y que fue entonces cuando se reanudaron las relaciones, que en cualquier caso fueron consentidas en un primer momento, han asegurado los procesados.

    Si bien, han proseguido, más adelante la chica se irguió y pidió que parasen, a lo que ambos la dejaron marchar sin mayores problemas.

    Sin embargo, la víctima, en su testifical en la sala Gesell, relató que no existió una conversación previa, sino que todo fue “de un momento a otro”, por lo que le pilló de sorpresa: “Realmente, no les pegué tampoco, no me defendí, me quedé en shock”.

    La joven explicó que se quitaba uno para ponerse el otro, pero que no fue durante mucho tiempo, si acaso unos cinco minutos, y que no paró de gritar que parasen en todo momento, al tiempo que refirió que solo la habían penetrado vaginalmente, si bien cree que también lo intentaron analmente.

    Un testigo directo

    Comentó que se acercaron hacia esa zona porque querían ver por qué no funcionaban las escaleras mecánicas, que ella se apoyó en una barandilla dándoles la espalda, y que en ese momento ambos la sujetaron y comenzaron a agredirla sexualmente y que, por su postura, no les vio la cara en ningún momento.

    Entonces, aprovechó un momento en el que los dos acusados se pusieron a hablar para zafarse de ellos en busca de ayuda, encontrando a un hombre que pasaba por la zona y que le confirmó que lo había visto todo y que era verdad lo que decía.

    Esta persona también ha declarado este lunes en la vista que vio cómo los dos hombres y la menor se acercaban hacia las escaleras mecánicas y cómo empezaron a mantener relaciones sexuales, que “al principio me parecieron que fueron de mutuo acuerdo”, si bien “de buenas a primeras, la chica le escuché gritando que la soltaran y la vi marcharse”, momento en el que aprovechó para acercarse a ella y preguntarle por lo sucedido.

    La fiscal modificó sus conclusiones para incluir que los acusados tenían conocimientos de la edad de la menor aunque no lo supieran con certeza y, por tanto redujo levemente la petición de condena hasta los 23 años y un día de prisión -por los 25 años y medio que interesaba inicialmente- para cada uno de ellos por dos delitos de agresión sexual -uno de ellos como cooperadores-.

    Las defensas dudan de la joven

    La representante del Ministerio Público entiende que los hechos son constitutivos de delito porque se aprovecharon de las circunstancias para agredir a una persona especialmente vulnerable por su edad, valiéndose de su condición física (le doblaban la edad) y de lo inesperado del momento.

    Ha negado que existiera consentimiento, ya que la víctima en su opinión pidió auxilio y les dijo que parasen desde el principio, y ha destacado que el relato de la joven fue consistente y lineal en el tiempo del procedimiento.

    Una circunstancia que, según las defensas, no se ha dado, ya que entienden que la menor ha tenido “lagunas” y que ha modificado su relato conforme avanzaba el procedimiento, “añadiendo o quitando ciertos aspectos”.

    Los abogados han solicitado la libre absolución de sus clientes en base al principio de ‘in dubio pro reo’, al considerar que no ha quedado suficientemente acreditado que existieran esas relaciones sexuales sin consentimiento, y una letrada ha llegado a asegurar que existía “un ardor sexual que en esos momentos no había terminado”, el cual hacía lógico “que buscaran algún lugar más reservado para poder terminar con el acto sexual iniciado previamente” en el pub. El juicio quedó visto para sentencia. 

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