El terrero de Agüimes se desbordó en una jornada festiva y solidaria.
Por Redacción | RADIO LAS PALMAS
Desde mucho antes de que sonara la primera brega, el ambiente ya anunciaba algo extraordinario. El terrero de lucha de Las Crucitas, en Agüimes, se llenó a rebosar este domingo en la luchada benéfica organizada en apoyo a Sonia Tejera Sánchez. La respuesta fue masiva: la grada estaba abarrotada media hora antes del inicio, y el entusiasmo desbordaba cada rincón del recinto.
Una gran pancarta con el mensaje “Tu lucha es nuestra lucha” presidió la velada, símbolo de una isla que se volcó por completo con la causa de esta joven vecina de Ingenio, que lucha contra un cáncer de mama y necesita tratamiento fuera del archipiélago.
El terrero de Las Crucitas, abarrotado, se puso en pie mientras los luchadores aplaudían en círculo con la pancarta “Tu lucha es nuestra lucha” desplegada en el centro de la arena.
Solidaridad que vence cualquier frontera
La jornada no solo fue deportiva, sino profundamente emocional. Entre agarradas y aplausos, la solidaridad se convirtió en protagonista absoluta. Los equipos, formados por luchadores de Ingenio y del resto de las islas, ofrecieron un espectáculo vibrante, pero el resultado final era lo de menos. Lo importante era lo que ocurría fuera de la arena: rifas solidarias, sorteos y una recaudación que superó todas las expectativas.
El Nissan negro, uno de los premios estrella del evento, fue sorteado entre los asistentes como parte de las acciones solidarias en apoyo a Sonia Tejera.
El agradecimiento de Sonia emocionó al terrero
Visiblemente emocionada, Sonia Tejera tomó la palabra en un momento especialmente emotivo del evento. Sus palabras, cargadas de verdad y gratitud, conmovieron a todos los presentes:
“Me siento más fuerte, con más ganas de luchar. Siento una gratitud eterna… Todo esto lo llevo en el alma. Todo ha contado”, expresó con la voz entrecortada, reconociendo a cada persona que ha colaborado, desde quienes compraron una entrada hasta quienes ofrecieron su tiempo, apoyo o ánimo. Mencionó con especial cariño a su familia, pilares fundamentales en este camino: “Orgullosa de tener la familia que tengo. Gracias por estar”.
La emoción fue tan contagiosa como el ambiente festivo que impregnó la jornada. Entre risas, abrazos, cantos y lágrimas, se vivió una de esas citas que quedan grabadas en la memoria colectiva. La lucha canaria demostró, una vez más, que su esencia va mucho más allá del deporte: es comunidad, es identidad, es entrega.
Hoy, Canarias fue una sola fuerza en el terrero de Agüimes. Y Sonia no luchó sola: miles la acompañaron cuerpo a cuerpo, corazón a corazón.
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