• Deportes Antonio de Armas de la Nuez: La voz de la Memoria Amarilla

    26/05/2025 | 00:05   |   Redacción 

    Antonio de Armas de la Nuez: La voz de la Memoria Amarilla

    En una emotiva entrevista en Radio Las Palmas, el historiador oficial de la UD Las Palmas reflexiona sobre su trayectoria, su legado y la deuda moral del club con su historia.


    Antonio de Armas de la Nuez es más que un cronista: es la conciencia histórica de la Unión Deportiva Las Palmas. En el marco del 75 aniversario del club, el reconocido historiador fue entrevistado por Carlos Santana y Diego de Vicente en un espacio cargado de memoria, afecto y verdad. La conversación, que se desarrolló durante el programa Radio Las Palmas Fútbol Club, dejó claro que, más allá de su salida del club, De Armas sigue siendo una figura imprescindible en la historia viva del fútbol canario.

    ¿Cómo nació su vínculo con la Unión Deportiva Las Palmas? "Desde mi más tierna infancia. Hay una fotografía mítica donde aparezco de la mano de mi padre, junto a Carmelo Campos. Tenía apenas un año. Desde entonces, he vivido la historia del club desde dentro, acompañando a mi padre, que era médico y atendía a los jugadores en su consulta. La pasión por la UD se convirtió en una constante en mi vida desde que tengo memoria".

    ¿Qué papel jugó su padre en esa relación temprana con el club? "Fue esencial. Él fue un médico muy respetado, no solo por su profesión, sino también porque fue pionero en traer técnicas como el electroencefalograma desde Barcelona. Recibía a los jugadores en su despacho, y yo vivía todo eso de cerca. Mi implicación fue natural, no forzada. A través de mi padre, fui entendiendo el valor y la dimensión del club en la sociedad canaria".

    ¿Cree que sin usted se habría escrito la historia del club de la misma forma? "Esa es una pregunta complicada. La historia existía, claro, pero estaba dormida, sin ordenar ni difundir. Yo la rescaté, la documenté y la narré. Cuando me hice cargo de ella, los archivos estaban cerrados desde 1949. Abrí esas puertas y puse en orden más de 15 años de documentos. Fue un acto de amor, no de protagonismo".

    «Se me prometió un papel central en la organización»


    ¿Cómo recuerda sus años como historiador del club? "Con intensidad y entrega absoluta. Trabajaba muchas veces desde la mañana hasta la madrugada. Catalogué miles de documentos en condiciones difíciles. Perdí parte de mi visión en ese proceso. Pero todo eso lo hacía con gusto, porque sentía que era una misión: salvaguardar la memoria de un club que es patrimonio cultural de Canarias".

    ¿Qué siente hoy al ver que no forma parte de los actos del 75 aniversario? "Tristeza, naturalmente. No porque quiera protagonismo, sino porque se me prometió un papel central en la organización, y de un momento a otro me excluyeron. No he sido invitado siquiera. Eso duele. No por vanidad, sino por lo simbólico. Es duro cuando uno ha entregado la vida a una causa y se le aparta sin explicación".

    ¿Rechazó usted un homenaje del club? "Sí, y lo hice con convicción. He tenido dos homenajes ya. Creo que en la vida hay que saber estar, pero también saber irse. Muchos grandes del club, como Carmelo Campos o Juanito Guedes, nunca recibieron reconocimientos. No me parecía justo tener otro más cuando tantos otros no tuvieron ninguno".

    ¿Volvería al club si se lo pidieran? "Sinceramente, lo veo muy difícil. Mis condiciones físicas ya no son las mismas y la experiencia emocional fue muy desgastante. Sufrí mucho. Hay heridas que uno se lleva a la tumba. No es falta de voluntad, sino realismo. Aunque el cariño por la UD nunca se pierde, uno también debe saber cerrar ciclos".

    «La UD Las Palmas no es solo un equipo de fútbol»


    ¿Qué le dejó su experiencia como conferencista en el Club Náutico? "Fue una de las experiencias más conmovedoras de mi vida. Aquella conferencia improvisada, sin soporte técnico, tras un fallo eléctrico, salió del alma. La gente no se movió, me esperó. Terminaron aplaudiendo de pie durante más de 15 minutos. Nunca olvidaré eso. Fue un acto de comunión emocional entre el público y mi amor por el club".

    ¿Qué opina del Museo que usted ayudó a crear en el Estadio de Gran Canaria? "Me enorgullece profundamente. Es el resumen tangible de todo el trabajo documental. Ahí está el alma de la UD. Lamento que no se le dé más difusión, que no se valore lo suficiente. Mucha gente no sabe el esfuerzo y los recursos personales que invertí para que existiera. Es un legado que debería protegerse".

    ¿Cuál es su mayor deseo para el futuro del club? "Que no pierda su identidad. Que recuerde siempre de dónde viene. Que sepa valorar su historia. La UD Las Palmas no es solo un equipo de fútbol: es un símbolo cultural, un reflejo del alma canaria. Mi mayor deseo es que las nuevas generaciones la amen como la hemos amado nosotros".

    Antonio de Armas de la Nuez es autor de múltiples libros sobre la historia de la UD Las Palmas, conferencista, filólogo y custodio de la memoria amarilla. Su legado está escrito no solo en papel, sino también en la conciencia colectiva de miles de aficionados. Si el club tiene alma, es en parte gracias a la voz inquebrantable de este hombre que hizo de la historia su bandera.

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