• On Boarding: Lo que no inviertes en acompañamiento, lo pierdes multiplicado en fugas y deserciones

    Lo que RRHH llama rotación, los equipos lo viven como desgaste.

     

    En muchas empresas, las bajas tempranas se han convertido en un síntoma silencioso que afecta directamente al funcionamiento interno. Personas que comienzan su primer día con ilusión terminan marchándose en cuestión de horas o días, dejando atrás una sensación de desorden que impacta en todos los departamentos.

    Lo que a primera vista parece un problema de selección, casi siempre es la consecuencia de un on boarding débil, poco estructurado o sin acompañamiento real. Cuando una persona nueva llega y se siente sola, perdida o sin apoyo, la decisión de marcharse no tarda en aparecer. Y esa marcha supone un coste directo e indirecto que muchas organizaciones no están midiendo.

    Cada deserción temprana implica equipos sobrecargados, formadores agotados que vuelven a empezar desde cero y mandos intermedios que pierden motivación. RRHH entra entonces en un ciclo continuo de búsqueda, selección y sustitución que consume tiempo, energía y recursos. La empresa no solo pierde talento: pierde también productividad, estabilidad emocional y confianza interna.

    Un buen on boarding no es un trámite administrativo; es un proceso que marca el tono de la relación entre la persona y la organización. Las primeras horas determinan si alguien se siente bien recibido, acompanhado y seguro, o si, por el contrario, percibe una estructura improvisada que no ofrece claridad ni orientación. Cuando esto ocurre, la fuga es casi inevitable.

    La diferencia entre retener o perder a una nueva incorporación suele estar en pequeños detalles: un referente claro, una agenda organizada, un acompañamiento visible y un entorno donde se pueda preguntar sin miedo. Estas acciones sencillas generan una experiencia de llegada positiva y reducen de forma significativa las deserciones en los primeros días.

    Invertir en un on boarding sólido no es un lujo, sino una necesidad estratégica. Lo que no se invierte en las primeras horas, la empresa lo pierde después en fugas constantes, rotación innecesaria y desgaste acumulado.

    Carlos Jiménez, Consultor y Formador en Liderazgo y Desarrollo de Equipos y Talento

     


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Carlos Jiménez

Formador y consultor especializado en el desarrollo del Liderazgo y Trabajo en Equipo. Casi 40 años de trayectoria acompañando a personas y organizaciones en procesos de cambio profundo y sostenible. He fundado y liderado más de 30 proyectos en ámbitos empresariales, sociales y deportivos, y he acompañado a más de 500 iniciativas como mentor, consultor y formador, siempre con el propósito de generar impacto real y cambios transformadores.
Autor de seis libros sobre Liderazgo y Trabajo en Equipo y comunicador con más de 20 años de trayectoria en radio.
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